Si estamos lo bastante despiertos, un bocado de manzana, de plátano, de pan, de queso… encierra todo un universo de sabores.
UNA PROPUESTA: DEGUSTA CON ATENCIÓN UNA UVA PASA.
Una invitación a ser más consciente.
Abandona por unos minutos tu hábito de comer de manera automática, con muy poca consciencia de lo que estás comiendo, de la rapidez con que comes, del auténtico sabor de la comida e incluso del momento en que tu cuerpo dice basta.
No buscamos nutrirnos sino satisfacer con la comida necesidades emocionales. La relación que establecemos con la comida se ve determinada por las presiones sociales, la publicidad y la industria alimentaria que ha provocado en los países del primer mundo una epidemia de obesidad.
Deja a un lado las palabras y los pensamientos y degusta lentamente y conoce íntimamente el universo gustativo que se despliega en tus papilas gustativas.
La boca y la lengua fueron, cuando éramos bebés, nuestra principal forma de conocer el mundo. La lengua ocupa un papel relativamente grande en el mapa sensorial del cuerpo ubicado en la corteza cerebral.
Presta atención y saborea lo que realmente está sucediendo en tu boca.
No es tan fácil como parece…
Cuando prestas una atención deliberada a lo que sucede en tu boca mientras masticas una pasa, su sabor explota en tu boca y en tu mente y provoca una sensación de frescura y novedad que suele ser muy reveladora… todo un universo de sensaciones desplegándose y combinándose instante tras instante.
Haz la prueba, saborea lentamente, con atención, una uva pasa… experimenta…
